El mal aliento es una patología oral muy común entre los pacientes. Puede resultar muy incómodo para quienes les rodean. No obstante suele ser difícil de detectar por quienes lo padecen. También es conocido como halitosis y consiste en olores desagradables que proceden de la cavidad oral. En nuestro país, una de cada dos personas sufre esta patología bucodental.
Existen dos tipos de mal aliento o halitosis. Por un lado hay la halitosis oral. El que procede del interior de la boca. Normalmente se debe a la acumulación de placa bacteriana en la lengua o por complicaciones como la caries. También por hábitos perjudiciales como el tabaquismo. Por otro lado existe la halitosis extraoral, que procede del exterior de la cavidad oral. Sólo el 10% de los casos de halitosis son de este tipo y se deben en general a problemas digestivos.
¿Es normal tener mal aliento? La halitosis está condicionada por varios factores. La alimentación es uno de los más destacados, por la descomposición de los alimentos. De hecho, ingerir alimentos como la cebolla o el ajo aumenta las posibilidades de tenerlo.
Un momento en el que muchos pacientes suelen tener mal aliento es por las mañanas, al despertar. Esto se debe en general a la menor producción de saliva durante la noche, que facilita la acumulación de placa bacteriana. También algunos hábitos perjudiciales como el tabaquismo provocan un aliento muy desagradable. Otro factor importante a tener en cuenta es la higiene bucodental. Una limpieza oral insuficiente favorece la acumulación de placa en la cavidad oral.
Entonces, ¿Cómo evitar el mal aliento? Te damos algunos trucos:
- Mantener el aliento fresco. Para conseguirlo se recomienda masticar chicles sin azúcar y usar el enjuague bucal después del cepillado. La higiene diaria también ayuda a mantener el aliento fresco.
- Limpiar la lengua. Cepillarse los dientes es muy importante, pero ¿Qué pasa con la lengua? Muchos pacientes olvidan esta parte de la cavidad oral. La lengua es en parte el origen del mal aliento.
- Alimentación adecuada. Como hemos visto los alimentos influyen. Por ello es aconsejable evitar aquellos que favorecen la halitosis. En su lugar, es preferible consumir alimentos más saludables, como la fruta. También es muy importante mantenerse hidratado para no alterar la salivación.
- Eliminar hábitos perjudiciales. Es necesario eliminar el tabaquismo y el consumo de alcohol para tener un aliento más agradable.
- Buena rutina de limpieza. Mantener unos buenos hábitos de higiene oral será determinante para evitar el mal aliento.