El cáncer oral es la patología oral más grave y afecta con más frecuencia a los pacientes hombres mayores de 40 años. Una buena prevención y un diagnóstico a tiempo son las claves para evitar esta patología. Pero, ¿Cómo prevenir el cáncer oral?
Existen diversos factores que condicionan el desarrollo del cáncer oral. Además de la genética, otra causa común es el tabaquismo. Se estima que más del 80% de los casos se deben al tabaco. También otros hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol pueden influir, así como la mala colocación de las prótesis dentales.
La clave para prevenirlo es una buena prevención, algo que en algunos casos es difícil por los síntomas. Algunos de los síntomas de cáncer bucal se confunden con otras patologías menos graves, como la gingivitis. Así, los principales síntomas son la inflamación y el sangrado de las encías o la aparición de llagas e irritaciones bucales que no cicatrizan aunque pasen varias semanas. El cáncer oral se puede desarrollar en varias zonas de la cavidad oral, aunque las más comunes son las glándulas salivales, las amígdalas y la parte posterior de la garganta. En algunos casos también se ha diagnosticado cáncer oral en los labios.
Algunos consejos para prevenir el cáncer oral
Existen varias claves para prevenir el cáncer oral.
- Buena higiene bucodental. Una buena limpieza oral a diario es básica para prevenir todo tipo de patologías, también el cáncer oral. Se recomienda lavarse los dientes después de cada comida durante dos minutos y realizar enjuagues bucales con frecuencia. Para una higiene más completa, se recomienda el uso de hilo dental y de los irrigadores bucales.
- Visitar regularmente al odontólogo. Es aconsejable someterse a un examen de detección a partir de los 40 años aproximadamente. Además el odontólogo puede detectar patologías que el paciente no puede ver a simple vista. En el caso de los pacientes con prótesis dentales esto adquiere una mayor importancia.
- Estilo de vida sano. Esto pasa por una dieta equilibrada y con alimentos como frutas y verduras, además de una buena hidratación. También es muy importante evitar hábitos de riesgo como el tabaquismo o el consumo de alcohol.
Una vez diagnosticado el tratamiento más aplicado es la radioterapia. Esto puede generar efectos secundarios, como la xerostomía o la caries. No obstante con una buena higiene bucodental y un mínimo de dos visitas al odontólogo cada año es posible prevenir esta patología.