Pocas veces prestamos atención a la lengua durante la rutina de higiene bucal. De hecho, la lengua sólo llama la atención cuando tiene llagas o manchas. Pero, ¿Sabías que el origen de varias patologías bucodentales se encuentra en ella? ¿Por qué es tan importante cuidarla?
La superficie lingual acumula centenares de familias distintas de bacterias. Estas bacterias se relacionan con varias complicaciones orales, como puede ser la halitosis. Una lengua sana debe tener un aspecto rosado, y si tiene un tono blanquecino, probablemente es señal de que algo no va bien. En general, las alteraciones de la lengua se relacionan con estas complicaciones bucales:
- Mal aliento.
- Candidiasis oral.
- Acumulación de placa dental.
- Problemas gástricos.
- Alteraciones en la percepción del gusto.
Entonces, ¿Cómo cuidar mi lengua?
Mantener una rutina de limpieza completa es clave para conseguir una sonrisa sana, bonita y funcional. Existen varias técnicas destinadas a la limpieza completa de la lengua:
- Limpiador lingual. Es un aparato específicamente diseñado para limpiar la superficie lingual. Tiene un agujero que se adapta a la superficie de la lengua, de modo que se raspa de forma suave para eliminar las bacterias. Para un buen uso, se recomienda colocar el limpiador lingual en la parte superior de la lengua y a partir de ahí raspar hacia la punta.
- Irrigador bucal. Es otro gran aliado para limpiar la superficie lingual. Consiste en aplicar un chorro de agua a presión. Aunque se recomienda su uso en pacientes portadores de ortodoncia, también sirve para una correcta limpieza lingual.
- Enjuague bucal. El uso de colutorio después del cepillado es muy recomendable, ya que alcanza zonas de difícil acceso con el cepillo: espacios interdentales, la línea de las encías, y la parte posterior de la lengua. Además el colutorio ayuda a mantener un aliento más fresco durante más tiempo.
- Cepillo dental. Algunos cepillos manuales incorporan una superficie en su reverso para raspar la lengua. También se aconseja usar el propio cepillo para raspar la superficie, realizando movimientos verticales.
La limpieza lingual no sólo permite una lengua más sana, también mejora nuestra salud bucodental. Pero no olvides que una buena rutina debe basarse el cepillado diario después de cada comida. También es importante complementar el cepillado con el enjuague bucal y el hilo dental. Incorporando la limpieza lingual a nuestra rutina conseguiremos un aliento más fresco y una sonrisa más sana y bonita.