En verano apetecen muchos alimentos dulces y ácidos, como los helados y los refrescos. ¿Qué efectos tienen estos alimentos sobre mi sonrisa?
Estos alimentos resultan muy adictivos y placenteros pero erosionan el esmalte dental. De hecho, diversos estudios han relacionado el consumo de estos alimentos con el desarrollo de caries dental. Helados, golosinas, y demás dulces hacen las delicias de los más pequeños. Pero, ¿Qué efectos tienen sobre la salud bucodental? Estas son las complicaciones dentales más comunes:
- Erosión dental. Los ácidos y dulces erosionan el esmalte y pueden generar sensibilidad en los dientes y la exposición de la dentina.
- Sensibilidad dental. Consiste en la sensación de dolor agudo e intenso en los dientes al tomar alimentos muy fríos y calientes. En verano suele darse al tomar alimentos y bebidas muy fríos, como pueden ser los helados, granizados…
- Retracción gingival. Las encías retraídas provocan que enseñemos más diente de lo habitual, porque perdemos tejido gingival que no se puede regenerar de manera natural.
- Caries dental. La enfermedad bucodental más común afecta especialmente a los niños y, en sus fases más avanzadas, puede provocar la pérdida del diente.
¿Cómo evitar los efectos del azúcar y los ácidos?
¿Tengo que dejar de comer estos alimentos? ¡Para nada! La clave está en mantener una buena prevención bucodental, tanto en casa como en la consulta:
En casa
- Rutina de higiene bucodental. Es fundamental mantener una buena rutina de higiene bucodental. Es decir, cepillar los dientes y las encías después de cada comida. También es importante complementar el cepillado con otras técnicas como el hilo dental y el enjuague bucal. Por último no olvides de usar una pasta dental o un enjuague bucal que contenga flúor, que protege el esmalte de la erosión del azúcar y los ácidos.
- Dieta equilibrada. Conviene equilibrar el consumo de alimentos azucarados con otros más saludables como las frutas y las verduras. Además es muy importante abandonar el hábito de picar entre horas, ya que se consumen alimentos poco saludables y azucarados. Se aconseja sustituir los dulces por fruta y beber agua en vez de zumos, que son muy ácidos para el esmalte.
En la consulta
- Visita a tu dentista. El azúcar y los ácidos están relacionados con enfermedades bucodentales “silenciosas”, es decir, con síntomas poco visibles en casa. En este sentido es fundamental visitar a nuestro dentista de confianza como mínimo dos veces al año, y realizar una higiene bucal profesional. Además de eliminar los restos de sarro y bacterias acumulados, conseguiremos una sonrisa más limpia, sana y bonita.