El cepillado dental es el primer paso para mantener una sonrisa sana. Pero, ¿Estás seguro de que tu técnica de cepillado es correcta? ¿Qué técnicas de cepillado necesitan mis dientes y encías?
Es el primer hábito que aprendemos, la base de una buena rutina de higiene. El cepillado dental es la técnica básica en higiene bucal. Pero de nada sirve cepillarse los dientes cad día si no usamos un cepillo de calidad, una pasta adecuada… Y una buena técnica. Y tú, ¿Qué técnica de cepillado dental usas?
La 3 mejores técnicas de cepillado
Estas son las técnicas de cepillado más recomendadas por odontólogos expertos:
1. Técnica de Bass
Es la técnica más recomendada ya que además de garantizar una limpieza profunda, ayuda a prevenir las enfermedades periodontales. Consiste en realizar movimientos suaves e inclinados de la encía hacia el borde del diente. Esta técnica permite limpiar con más profundidad los surcos gingivales. Pero es importante no ejercer demasiada presión, para evitar el sangrado y la retracción de las encías.
2. Técnica vertical
Consiste en cepillar los dientes de la arcada superior en contacto con las de la inferior realizando movimientos verticales. Esta técnica también es muy recomendada por muchos expertos para evitar la acumulación de placa bacteriana en espacios interdentales.
3. Técnica circular
Esta técnica es especialmente recomendada para los más pequeños. Consiste en cepillar haciendo movimientos circulares. De este modo conseguimos abarcar desde la línea de la encía superior hasta la inferior de forma completa. Además de eliminar los restos de bacterias, los niños masajean sus encías.
Además de una buena técnica, hay otros elementos que permiten el cepillado perfecto:
- Tipo de cepillo. Algunos estudios han demostrado que el cepillo eléctrico elimina más cantidad de placa bacteriana en comparación con el manual.
- Pasta dental. Revisar qué tipo de pasta usamos también es muy importante; no es lo mismo cepillar unos dientes sensibles que unos con gingivitis.
Por otro lado no olvides que el cepillo por sí solo no consigue llegar a las partes más difíciles de la cavidad bucodental. Por ello es importante incorporar otras técnicas de higiene interproximal, como el hilo dental y el enjuague bucal. Además es muy importante acudir al odontólogo de confianza con regularidad. Lo más recomendado es una vez cada seis meses, para mantener la sonrisa sana y radiante.