Esta semana se celebra el Día Mundial de la Diabetes. La diabetes es una enfermedad crónica que provoca que el organismo no produzca suficiente cantidad de insulina o bien que no la use con eficacia. Varios estudios han relacionado la diabetes con el desarrollo de enfermedades periodontales como la periodontitis. Se calcula que hasta 6% de la población española padece diabetes sin ser diagnosticada.
Hay varios tipos de diabetes. Por un lado existe la diabetes de tipo 1, en la que el organismo deja de producir las cantidades de insulina que necesita. Por otro lado la diabetes de tipo 2 es la más común entre los pacientes. Aunque la mayoría de casos se trata de adultos, la diabetes también puede afectar a los niños y adolescentes. En este caso el organismo produce insulina, aunque esta cantidad es insuficiente. También existe la diabetes gestacional, que puede aparecer durante el embarazo y suele desaparecer después de dar a luz. Sus síntomas y efectos son similares a la diabetes de tipo 2.
Relación entre diabetes y salud oral
Pero, ¿Cómo afecta la diabetes a la salud oral? La relación entre estas dos enfermedades es bidireccional. Es decir, por un lado la diabetes aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales. Y por otro lado, las enfermedades periodontales pueden perjudicar a los pacientes diabéticos respecto el control de la concentración de glucosa en la sangre.
Así, los pacientes diabéticos tienen más riesgo de desarrollar enfermedades periodontales. Estas enfermedades son la gingivitis y la periodontitis. La gingivitis consiste en una inflamación y sangrado de las encías que es reversible. Pero si no es diagnosticada o tratada puede evolucionar a la periodontitis. En este caso, el paciente también puede experimentar movilidad en los dientes y mal aliento. En los casos más graves, la periodontitis puede provocar la pérdida de la pieza dental.
Los pacientes diabéticos también están más expuestos a otras patologías orales. Es el caso de la sequedad bucal, conocida como xerostomía. También tienen más tendencia a padecer ardores bucales, algunas infecciones en la cavidad oral y también alteraciones la percepción del gusto.
Para evitar el desarrollo de estas enfermedades orales, los pacientes deben controlar la diabetes. Según un informe de la Sociedad Española de Peridoncia (SEPA) los adultos con una diabetes mal controlada tienen casi 3 veces más riesgo de contraer una enfermedad periodontal. Además es imprescindible mantener una buena rutina de higiene oral. También conviene acudir al odontólogo y al médico especialista con regularidad. Controlar la diabetes también conlleva controlar la salud bucodental.