El apiñamiento dental consiste en que los dientes se amontonan en la boca. Esto se debe a la falta de espacio en el hueso maxilar, que está descompensado con el tamaño de las piezas dentales. El apiñamiento provoca una posición defectuosa de los dientes, que puede provocar problemas tanto estéticos como funcionales en la sonrisa.
Pero, ¿Qué causa el apiñamiento dental? El factor clave es la herencia genética. Muchos de estos pacientes tienen familiares que también han tenido apiñamiento dental. No obstante hay otros factores. En otros casos, los pacientes han sufrido movilidad en los dientes después de una ortodoncia por no usar retenedores. También puede haber movimiento en caso de pérdida de una pieza dental o de la erupción de nuevos dientes.
Se pueden distinguir tres tipos distintos de apiñamiento dental. El apiñamiento primario es el más común. Es el que se relaciona con la genética y supone la mayoría de casos. El apiñamiento secundario está causado por hábitos concretos, como chuparse el dedo durante la infancia o empujar los dientes con la lengua. El apiñamiento terciario es el que se debe a la movilidad que provocan las muelas del juicio.
Así, ¿Cómo altera la sonrisa el apiñamiento dental? Por un lado está la estética. Unos dientes apiñados alteran la armonía de la sonrisa, de modo que el paciente puede sentirse inseguro e insatisfecho con su boca. Esto puede provocar complejos al tener que sonreír.
Por otro lado hay varios riesgos a nivel oral. Los dientes apiñados tienden a crear más zonas de retención de placa bacteriana que unos dientes bien alineados. Esto se debe a su posición, que dificulta una limpieza eficaz. La acumulación de placa bacteriana en estas zonas puede provocar la acumulación de sarro y la inflamación de las encías. Si este proceso no se detecta a tiempo, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales como la gingivitis. Además, en casos graves el apiñamiento dental puede provocar problemas de articulación, de mordida y de masticación.
¿Cómo solucionar el apiñamiento dental? El tratamiento más recomendado es la ortodoncia. En general todos los tipos de aparatos de ortodoncia son válidos para tratar los dientes apiñados. No obstante, en función de cada paciente pueden ser más recomendables tratamientos tradicionales como los brackets metálicos. En MyDentiss realizamos un estudio personalizado para realizar el tratamiento más indicado para cada paciente.
Después de la ortodoncia es fundamental llevar los aparatos retenedores. De este modo se evita que los dientes vuelvan a su posición inicial. Además, es importante visitar de forma frecuente el odontólogo. Una sonrisa bien alineada resulta más funcional. También es más bonita, algo muy importante en la imagen personal.