La ortodoncia es un tratamiento cada vez más solicitado para corregir la sonrisa, tanto a nivel estético como funcional. En la actualidad existen muchos tipos de aparatos en función de si queremos preservar la estética durante el tratamiento. ¿Qué tipo de ortodoncia necesito?
Los diferentes tipos de ortodoncia permiten solucionar todo tipo de problemas bucodentales: apiñamiento dental, problemas de mordida y oclusión… Pero además de conseguir una mordida correcta, los tratamientos de ortodoncia también tienen como objetivo mejorar la estética de la sonrisa.
Muchos pacientes (especialmente los adultos) ya no se conforman con obtener una sonrisa bonita al final del tratamiento, sino que quieren preservar una buena imagen durante la ortodoncia. Esta mayor exigencia ha encontrado una respuesta efectiva en forma de nuevos tipos de ortodoncia que son menos invasivos con la imagen del paciente, lo que se conoce como odontología estética. Esto también ha permitido que la ortodoncia sea más popular en todas las edades, ya no sólo en los más pequeños o en los adolescentes.
Qué ortodoncia necesito para mejorar mi sonrisa
En función de las necesidades de cada paciente es preferible escoger un tipo de aparato concreto:
- Brackets tradicionales. Utilizan unos enganches de metal conectados a un arco también metálico que aplica las fuerzas para conseguir la correcta posición de los dientes. Se trata de la opción más económica, más rápida y efectiva para corregir cualquier maloclusión y alinear los dientes. Su principal inconveniente es el comprometimiento de la estética. Pero gracias a los nuevos materiales adhesivos, hoy en día los brackets son más pequeños que antes.
- Brackets estéticos. Emplean el mismo sistema que los brackets tradicionales pero los enganches están fabricados con materiales cerámicos que los disimulan con el color de los propios dientes. Son menos visibles que los brackets metálicos, pero aún así se ven, sobretodo de cerca. Son un poco más caros que los brackets tradicionales y en algunos casos pueden ralentizar el tratamiento.
- Ortodoncia lingual. Consiste en colocar los enganches en la parte interna de los dientes. De este modo quedan totalmente ocultos a la vista de los demás. No obstante, esto conlleva que su colocación sea un poco más complicada que la de los brackets tradicionales. De hecho requieren un proceso de adaptación y suelen comportar algunas molestias los primeros días. Pero su gran ventaja es que el tratamiento pasa completamente desapercibido.
- Ortodoncia invisible. Se trata de una técnica virtualmente invisible que utiliza una serie de férulas de plástico transparentes. De este modo se consigue el movimiento dental. Estos alineadores se cambian cada quince días. Se adaptan perfectamente a la dentadura, que va cambiando sin que nadie lo note. Además, al ser removibles se pueden quitar para comer y cepillarse los dientes. Esto evita inconvenientes en otros tipos de aparatos, como alimentos que se quedan pegados. La ortodoncia invisible suele ser un poco más cara. No obstante, el precio se ve compensado por la estética y la comodidad durante todo el tratamiento.